En mi trayectoria espiritual, que es como mi historia de salvación, desde la primera llamada que tuvo lugar en un contexto lleno de la Compañía de Jesús en la Congregación Mariana y con el punto focal de mi consagración a la Virgen como Congregante Mariano que era, a través de la dirección espiritual del padre Joaquín Múzquiz (Director de las Congregaciones Marianas), el cual iba al colegio de la Sagrada Familia;se abrió un camino en dirección al Señor y gracias a los Ejercicios Espirituales dados por el mismo padre en el año de 1950, fue que sentí yo en mi interior una confirmación a ese primer llamado. La llamada que tiempo después  y viviendo muy cerca de los Sacramentinos (a unos metros nada más; “de una capillita, la más pequeña de todas que a mi memoria brinda unos recuerdos imborrables”) se fue desarrollando ya que comencé a reafirmar mi fe con la costumbre de la adoración al Señor y así encaminar mi vida hacia el horizonte de ser Sacerdote Focolorarino.



Con los Sacramentinos estuve 15 años y el amor a la Eucaristía como centro de mi vida espiritual continúa vigente, hasta hoy que en Colombia tengo un oratorio en mi casa “De la Sagrada familia (Condominio Remanso del Edén)” donde está viva su Presencia Eucarística y recibe adoración de día y de noche.

A mi salida de los Sacramentinos después de haber discernido delante de Dios el nuevo rumbo sacerdotal hice la Escuela  de los Focolares en Grottaferrata en 1969.
A través de esta experiencia comencé a profundizar en la vida de unidad y de Focolar con José Varas, Pedro Muñoz, Paco Sanchez Avellán, Valeriano, Santiago Perez Mesa, Blas, Paco Molina; Salvador Andrade, Andres y Enrrique Barrientos y varios sacerdotes que empezaron a adherirse a esta vida y que hoy forman la Rama Sacerdotal en España.