Las Bodas de Plata se celebran con una alegría particular ya que uno está en plenas facultades humanas y religiosas.

Yo las celebré en la Parroquia  de San Blas, de eterna memoria rodeados de una comunidad viva y sobre todo con la presencia de mis hermanos y las hermanas Agustinas Recolectas que me han acompañado siempre en estos 16 años, que estuvieron conmigo y que aún perduran en la Parroquia de San Blas dedicadas al parvulario parroquial, a Cáritas, a la Liturgia y a los enfermos y necesitados que atienden con solicitud y amor excepcional.


Mi oración se eleva por estas hermanas en la fe, cuyos nombres están escritos en mi experiencia religiosa como son HHas Encarna, Rosa, Teresa, Ruth; Marffisa, Inmaculada, Rosario, Carmen, Glorinha, Consolación y por todas las que estuvieron menos tiempo, pero que también sirvieron al Señor con generosidad y de las que estoy eternamente agradecido.

Y ahora en Colombia he tenido la alegria de dar la primera comunión a David, sobrino de la Hermana Gloria (Agustina Recolecta) que está destinada en Granada, España (9 de Junio de 2013)