Antes de llegar a Colombia hubo un pequeño proceso, que yo llamaría el del enamoramiento, realizado por las noticias de Cesar Arcila (promotor de Jiampi en ese momento) y del padre Hernando; Los cuales estuvieron varios días en mi casa de Madrid y me hicieron saber acerca de la Fundación Social  Jiampi, iniciada por el padre Hernando en La Tebaida, Quindío, Colombia.

Yo conocía al padre Hernando desde Roma gracias a los encuentros del movimiento de los Focolares, donde nos encontrábamos sacerdotes que pertenecían a la "Obra de María". Me hablaron y me invitaron ir a  Colombia a conocer esta obra social y de evangelización que había nacido al socaire de la obra de María, Espiritualidad de Comunión.

Acepté la invitación en el año 2000 después del terrible terremoto que asoló al Quindío, la aventura  de ir a un nuevo continente me fascinaba, pero creo que en el fondo fue una llamada de la virgen de Guadalupe en México, la que me abrió nuevos horizontes misioneros cuando estuve a sus pies delante del cuadro milagroso con motivo de una boda.

El padre José Varas, responsable de nuestro Focolar en Madrid, insinuó al padre Pedro Jorquera que me acompañara. Ya que él había ido en años anteriores  a Colombia, especialmente a la ciudad  de Valledupar donde se encontraba gran  parte de la comunidad que le asistía en la quinta parroquia de Bilbao; y así es como nos presentamos en el año 2000 para comenzar una aventura maravillosa en las tierras quindianas.