Entre los dones que Dios ha derramado sobre mí, hay uno que siempre me ha acompañado y me acompañará por siempre, ya  que soy amante de la belleza, de las formas, de los conjuntos, en una palabra de la armonía.

Dentro de la "Obra de María" (Focolares), existen los aspectos que son expresión de la vida del amor y entre ellos están el azul, la armonía, la belleza, de ahí que la casa debía ser una expresión de la (belleza de Dios) ,hemos cuidado los distintos espacios de la casa.

Este sitio de Dios cuenta con múltiples espacios.

 

El corazón de la casa es: la sala de comunión donde reside la televisión, que utilizamos tantas veces para alimento espiritual a través de vídeos de la Obra y de la TWE Madre Angélica.

 

El comedor que bajo el cuadro de “Cristo partiendo el pan” nos hace participar en la acogida de los invitados que requieren una atención especial; la cocina práctica, que a través de dos ventanales, nos pone en comunicación con el “porche” de afuera donde una mesa blanca con sillas, nos hace disfrutar de la vista del sitio, cuando el tiempo lo permite, ya que es como una atalaya donde se vé toda la parte sur del condominio.

 

Dentro tenemos cuatro habitaciones, una dedicada a los jóvenes con 3 camas de camarote. Dentro de mi cuarto existe el Oratorio el cual es el tesoro que tiene esta casa con la Presencia Eucarística del Señor, donde día y noche nos recogemos para acompañarle y adorarle.