Gracias a la experiencia del primer contacto con “la buena gente”,  que me encontré desde el principio, puedo considerar que tuve una acogida cordial cercana, afectuosa por todos los miembros de Jiampi, especialmente la familia Arcila que en bloque y sin distinción me hicieron entrar  en su propia familia, la cual tomé como mía y que hoy también pido al Señor por todos para que en la verdad nos encontremos en la única familia que merece la pena no perder nunca; La familia de los hijos de Dios.

Los promotores han sido la columna vertebral de Jiampi con su trabajo y dedicación antes y ahora, han hecho lo que es en este momento  Jiampi.

Tenemos un secreto dentro de la familia Jiampi que pertenece a toda la iglesia pero que gracias al Carisma de la Unidad que Chiara a través de su carisma nos transmitio a todos y procuramos vivirlo de verdad y con intensidad (Mateo 18, 20) Jesús en medio de aquellos que viviendo el amor mutuo generan al estilo de María, la PRESENCIA de JESÚS.